El Black friday y el bombero

Esta semana he estado asistiendo a unas clases de economía consciente, porque soy de esas personas que, por mucho dinero que gane, nunca consigo ahorrar, ni hablemos ya de invertir.

Siempre he ido al límite, al día… apagando fuegos.

Lo primero que me enviaron al inscribirme fue un test para saber cuál es mi arquetipo en relación al dinero. ¿adivinas cual me salió a mi? Exacto… El bombero.

El bombero siempre está en estado de alerta, apagando fuegos, tapando agujeros, rescatando gatitos puedes leer gatitos u hombres… lo dejo a tu elección. El bombero corre de un gasto imprevisto a otro sin apenas respirar.

No es que gestione mal por gusto… es que va acelerado, como si la vida financiera fuese un incendio constante.

Suele moverse por impulsos, urgencias y decisiones rápidas: «ya veré como lo pago», «esto no puede esperar», «total, por una vez…».

El bombero tiene buena intención -quiere proteger, resolver, salvar la situación- pero acaba agotado y sin una visión clara a largo plazo.

En definitiva, las personas-bombero viven en modo supervivencia, sufren por falta de planificación y previsión, tienen un estrés financiero constante y toman decisiones impulsivas que luego pueden pesar mucho.

¿Te suena?

Cuando el dinero se convierte en algo que siempre llega tarde y se va rápido, hay sensación de caos, de no tener control. Pero piensa que tu no has nacido así. Es como te han enseñado que el dinero funciona… pero amigo mío: ¡hemos sido engañaossss!

Que te veas reflejado en un arquetipo de personalidad: como el bombero o el arquitecto (si queréis que os hable sobre este también, contesta a este email), no significa que tengamos que conformarnos a seguir así el resto de nuestra vida.

Tu haz lo que quieras, yo no me conformo.

Porque, ¿sabes lo bueno que tenemos los «bomberos»? Que tenemos una gran capacidad de reacción, energía para resolver lo urgente, rapidez mental… y una grandísima resiliencia.

Son unas virtudes maravillosas, ¿o no?

Lo único que necesitamos es aprender es a pausar, anticiparnos y crear un sistema que nos eviten esos incendios. Pasar del «reacciono» al «yo decido».

Por eso, cuándo los mismos que me enseñaron como no hacer compras impulsivas, me vendieron una formación maravillosa e irrepetible (soy adicta a las formaciones… lo reconozco) y estuve a punto de tirar de tarjeta para pagarla… paré, respiré… me hice algunas preguntas y finalmente, me di cuenta de que lo que había detrás de esa compra era miedo.

De ese miedo… ya os hablaré otro día.

Por lo pronto, solo os digo que estamos en un fin de semana horrible para los bomberos… el puñetero Black Friday. Recuerda, antes de darle al botón de compra, pregúntate cosas como:

¿Esto es urgente… o sólo lo parece?

Si espero 24 horas, ¿seguiré queriéndolo igual?

¿Qué emoción estoy intentando apagar ahora mismo? Estrés, aburrimiento, autosabotaje, recompensa rápida…

¿Esto me acerca a la vida financiera que quiero, o me aleja?

¿Puedo permitírmelo sin tocar dinero destinado a otra cosa?

¿Qué pasaría si no lo compro?

¿Hay una alternativa más consciente que satisfaga lo mismo por menos?

¿Qué diría mi yo futuro sobre esta decisión?

Estas preguntas y algunas otras cositas son las que estoy integrando en mi vida, porque… ya me vas conociendo: yo no me conformo.

Espero que tu tampoco te conformes, en el caso de no estar contento con algún aspecto de tu vida, y tomes las acciones necesarias, la primera siempre suele ser mover el culo, y la segunda, pedir ayuda.

Un besico,

Carmen.

P.D. 1: Tengo un canal en WhatsApp y una comunidad en Telegram (dónde podrás contestar directamente a mis mensajes). Te dejo los enlaces por si te apetece unirte:

P.D. 2: Y también te dejo mi teléfono por si necesitas agenda una sesión de Psicologia y Coaching conmigo: (34) 618 148 005